Cuando nacieron las teorías económicas de Silvio Gesell, un siglo atrás, tanto se habían adelantado a su tiempo que el interés por ellas prácticamente era nulo. Entre tanto, el mundo pasó por la escuela amarga de dos guerras mundiales, con sus terremotos económicos como consecuencia inevitable. ¿Quién no buscaría su salvavidas al hundirse? ¿Estaremos nuevamente frente a otra conflagración mundial de imprevisibles consecuencias como se avizora, por desconocer dichos principios de equilibrio económico, social y natural?
Por todos lados se probaron recetas antiguas y modernas para dominar el caos económico. Pero en el mejor de los casos sólo surtieron efecto aparente.
No es de extrañar, pues, que unos descontentos, con el afán de encontrar el remedio eficaz contra la agonía económica, tropezaran con las teorías de Silvio Gesell. Y se realizó el milagro. Las mismas teorías, antes despreciadas, cobraron de repente un valor inestimable. Así, entendemos, nació la Teoría General de John M. Keynes que rigió la economía durante gran parte del siglo XX hasta la actualidad, ¿habrá encontrado su límite natural de crecimiento?
Hay quien asegura que después del invento de la rueda (base de la máquina a vapor, del motor de explosión, de la dínamo, en fin, de toda nuestra civilización técnica) sólo se hizo un invento de consecuencias igualmente revolucionarias para la vida humana: la libremoneda.
Si gracias a la rueda el hombre llegó a dominar técnicamente a la naturaleza, la libremoneda le permitirá coronar esta obra con la creación del bienestar económico general. Realmente, ¿para qué nos sirven todos los adelantos técnicos si el desorden económico impide su aplicación amplia y eficaz?
Silvio Gesell, cuya principal obra aquí reproducimos, es sindicado como el verdadero creador de la macroeconomía. Los textos están aquí para su análisis y confrontación con la doctrina comparada. La prosperidad está aguardando el soplo de vida. Necesitan la lluvia benéfica de la libre economía de Silvio Gesell para retoñar y empalidecer con su realidad hasta la fantasía de un Julio Verne. Para quienes no han oído hablar sobre la libre economía
de Silvio Gesell, rescatamos este texto liminar, como origen de la teoría moderna y fundamento probable de la futura.
Diego Jose Christensen –
muy recomendable