Basta De Fracasos Victor Beker

Uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciencia económica es poder explicar los fracasos de la economía argentina. ¿Cómo es posible que un país dotado generosamente de recursos naturales, con una población con altos niveles de alfabetización y educación, que ha dado al mundo cinco Premios Nobel y hasta un Papa, no logre despegar económicamente? ¿Cómo se las arregla la Argentina –un país inexorablemente condenado al éxito, según el ex presidente Duhalde- para fracasar una y otra vez? Han pasado 50 años desde diciembre de 1965 en que la inefable Mafalda se preguntaba: “¿Por dónde hay que empezar a empujar a este país para llevarlo adelante?” y los argentinos nos seguimos haciendo la misma pregunta.
El profesor Beker recuerda que la Argentina ha venido experimentando una crisis económica cada diez años. A medida que nos aproximamos a la correspondiente al decenio actual –remarca- parece adecuado plantearse la exclamación que da título a este libro.
Toda crisis requiere de políticas de Estado para enfrentarla y consensos mínimos para recorrerla con el menor costo social. Ello demanda apuntar hacia una visión prospectiva que permita reunir a la inmensa mayoría de los argentinos en el esfuerzo por superarla.
A ello se suma que, según el autor, Argentina enfrenta una oportunidad casi única para lograr finalmente el despegue económico si se acierta esta vez en el rumbo. Señalar el camino que posibilite de una vez por todas dejar de fracasar y emprender una senda de desarrollo económico sostenible con equidad social e inclusión social es el objetivo que se plantea el autor en esta obra.
Como señala en su Prólogo el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, es hora de que “llegue el momento de que la Argentina en potencia se convierta en la Argentina del presente. La que todos ansiamos, la que todos queremos merecer. La de un mayor bienestar, la de un progreso gradual pero permanente, estable, socialmente justo”.
Este volumen intenta aportar ideas para que este objetivo pueda convertirse en realidad